Luego de 20 minutos terriblemente parejos, los locales se escaparon con tres triples consecutivos (40-31) en un minuto y esa diferencia se fue manteniendo por largo rato. Nuestra escasa puntería y los malos porcentajes de efectividad nos fueron privando de ponernos en juego por varios minutos. En un momento del último cuarto la distancia se estiró a 16 (61-45) y allí apareció la garra y el coraje de este plantel que nunca se da por vencido y con un tremendo parcial de 11-1 se puso 62-56 y presto para revertir la historia del partido. Pero en este momento crucial y decisivo fue cuando Bauni y Milán optaron por ser las primeras figuras y decidieron la suerte del partido con fallos insólitos que favorecieron al local y volcaron definitivamente la balanza del encuentro.
viernes, 19 de noviembre de 2010
CONTRA 7 ES IMPOSIBLE
Cuando dos árbitros tienen una incidencia tan determinante en favor de un equipo es imposible jugar, o mejor dicho es imposible ganar. Lo de Bauni y Milán en el segundo juego de la serie ante Estudiantil Porteño fue realmente bochornoso, parcial y decisivo en un momento crucial del partido. Con esto no querenos justificar la derrota ni decir que con otros árbitros se hubiera ganado porque el partido fue sumamente parejo y estaba para cualquiera, pero cuando los que deberían ser imparciales tienen tanta influencia en favor de uno de los dos todo se desvirtúa.
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