¿Como se puede explicar esto?.Si Vecinal le había ganado a San Andrés en las tres oportunidades que se enfrentaron, si en el partido de ida ganó por 5 puntos y hasta podía perder por la misma cantidad, si fue al frente en todo el partido y con ventajas que llegaron a los 15 puntos en el tercer cuarto.
Lo primero que hay que hacer es no buscar excusas y asumir la realidad. Se perdió por virtudes ajenas y defectos propios. San Andrés apuesta todo a su defensa, intensa y apremiante en todo momento y que hace producir innumerables pérdidas a sus rivales. Ante esta alternativa Vecinal no supo ni pudo imponer su estilo y cayó en los dos partidos en la telaraña defensiva de su adversario. Esa fue la clave principal: la defensa. Lo nuestro fue muy tibio, permitimos penetraciones fáciles y rebotes ofensivos para jugadoras de menor talla física. En ofensiva las pérdidas y los tiros incómodos fueron nuestros peores rivales que se notaron más en el final del encuentro. Lo más raro fue que pasamos de lo mejor a lo peor en un instante. En el tercer cuarto sacamos 15 de ventaja (41-26) y a partir de allí todo se complicó. Nos metieron un parcial de 13-0 (41-39) y ya nunca más nos pudimos escapar. Igualmente nada hacía presagiar una derrota pero la misma llegó y de la manera más dolorosa. Llegamos a los últimos segundos 4 puntos abajo (una diferencia con la cual igual ascendíamos) y tras un mal lanzamiento nuestro, tomaron el rebote y sobre la chicarra nos clavaron un triple que fue peor que un puñal en el pecho para cerrar con un 59-52 que echa por tierra lo muy bueno que se había hecho en el semestre. La revancha está a la vuelta de la esquina. En pocos días más comienza un nuevo torneo y en él nos volveremos a enfocar para ascender a fin de año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario