Sólo el primer cuarto estuvo fuera del contexto general porque Vecinal salió muy nervioso y le costó meterse en el partido. Despues de jugar cuatro minutos todavía no había conseguido salir del cero y ya tenía 4 pérdidas para cerrar esos 10 minutos marcando sólo 8 puntos. El verdadero partido comenzó a partir del segundo parcial, cuando Vecinal volvió a ser Vecinal y ya las diferencias desaparecieron para que todo sea una increíble paridad que mostró 5 igualdades consecutivas (el final de los tres cuartos siguientes y los dos primeros suplementarios).
Es imposible hacer un análisis para intentar encontrar alguna diferencia porque jamás las hubo y a medida que el tiempo pasaba, el cansancio, las faltas y los nervios comenzaron a jugar tambien su partido por lo que debieron cuidarse demasiado de pisar en falso. La mayor posibilidad la tuvo Vecinal en el minuto 40 cuando estaba arriba por 3 a falta de 4 segundos y dos libres para Yupanqui que metió el primero y falló el segundo. Allí nos dejamos agarrar increiblemente un rebote en defensa que terminó en el doble que mandó todo al primer alargue. En el primer y tercer suplementario tambien tuvimos la definición en nuestras manos y tomamos malas decisiones para cerrar el partido.
Esto es un deporte y se puede ganar o perder y cualquiera sea el resultado este equipo realizó lo mas importante que fue formar un gran grupo humano, dejar todo en la cancha y jugar como equipo. Además de realizar un campaña sencillamente espectacular tras un comienzo flojo con 2 victorias en 6 partidos pero a partir de allí, cuando el equipo se consolidó, ganó 19 de 23 partidos incluyendo esta final. Nuestras más sinceras felicitaciones al plantel y técnico.
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