Y seguimos luchándola nomás. Con las muchas o pocas armas con que contamos nuestra primera masculina sigue con vida en esta búsqueda de permanecer en la máxima categoría. Si bien en el primer juego no pudimos cerrarlo, esta vez la balanza se volcó de nuestro lado con el triplazo de Sebastián Brizuela en el último segundo para vencer agónicamente a Independiente por 62-59.
En esta oportunidad el desarrollo del encuentro no mostró los desniveles que tuvo el disputado en Obras y todo fue mucho más equilibrado con un final abierto a todas las posibilidades. Fue tan equilibrado todo que ambos equipos mostraron virtudes y defectos en partes iguales y eso no permitió que ninguno pudiera escaparse en el marcador mas allá de los 5 puntos en ningún momento del encuentro.
El desenlace fue infartante y demuestra, una vez más, lo hermoso de este deporte ya que en los últimos 3 segundos pasó de todo. Con el marcador igualado en 57, "Palermo" intentó una penetración y fue detenido con falta. Convirtió los dos tiros libres y en la reposición el impresentable juez Bauni inventó una falta sin que la pelota estuviese en juego (en todo caso debió ser antideportiva) que le dió dos libres a Independiente y, al convertirlos, volvió a dejar el juego igualado. Luego del minuto solicitado, Vecinal repuso en zona de ataque y luego de algunos movimientos de distracción salió Sebastián Brizuela a tirar un triple que entró limpito con 1 segundo en el reloj y que fue el de la festejada victoria. El próximo viernes será el último partido, a matar o morir, ya que en 40 minutos se definirá una permanencia y un descenso. La fe está intacta y la ilusión también.
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