UN MONSTRUO DE DOS CARAS

¿Cuál es el verdadero equipo?. ¿El que jugó espantosamente los primeros 30 minutos o el que hizo todo lo que había que hacer en el último cuarto?. Ayúdenme a encontrarle la respuesta a estos interrogantes porque las dos caras que mostró el equipo, tan disímiles entre sí, las hizo con total naturalidad como si fuera la real. No tenemos término medio y pasamos de la risa al llanto en un instante. Si somos capaces de jugar como lo hicimos en el último parcial, ¿es necesario regalar 30 minutos en una instancia decisiva como ésta en la que estamos?.

Vayamos por partes. Con los primeros tres cuartos podemos hacer un libro y mostrarles a los chicos de mini como NO debe jugarse al básquet. Hicimos todos mal: no atacamos, no defendimos y no encontramos jamás un línea de juego. Una vez más lo único que intentamos fue tirar triples y no le pegamos ni al aro (0 de 12 en el primer tiempo). Estuvimos más de 5 minutos para anotar cuando ya nos habían hecho 10 y marcamos unos insignificantes 20 puntos en medio partido (20-32). En el tercer cuarto si bien mejoramos algo en ataque empeoramos en defensa y nos martillaron a triples sin encontrar respuestas ni adentro ni afuera de la cancha terminando más lejos en el marcador (40-56).

Recién en el último parcial y cuando ya nos habían embocado de todos lados el técnico decidió cambiarle la marca al goleador de Independiente y el partido varió. También se puede editar un libro con estos 10 minutos y mostrarle a los chicos de mini como SÍ debe jugarse al básquet. Con actitud, con defensa, con ganas de ganar y estuvieron ahí de hacerlo. Con el cambio de marca secaron totalmente al "rojo" que estuvo 6 minutos sin convertir y con la actitud en ataque metieron un parcial de 19-0 para pasar al frente 59-56. A partir de allí fue palo a palo y lamentablemente perdimos 66-65.

 La hazaña es posible, ¡si casi lo ganamos jugando solamente 10 minutos!. El campeonato nos sigue dando oportunidades y nosotros las seguimos desaprovechando. Ahora sí estamos ante la última y esperemos no dilapidarla. Si jugamos como en el último cuarto no hay duda que ganamos, si lo hacemos como en los primeros 30 minutos es imposible.