viernes, 18 de junio de 2010

CON LA MANO MAS HELADA QUE LA NOCHE

La contundente derrota en San Andrés (75-59) no fue, para nada, algo esperado o previsible. Pero luego del partido y analizando la actuación del equipo reconocemos que fue la lógica consecuencia de lo que sucedió en el rectángulo de juego. Los locales no parecían que iban últimos y Vecinal tampoco daba la imagen de estar peleando la punta. No nos salió absolutamente nada, tuvimos malísimos porcentajes de efectividad (38% en dobles 18 de 47 y apenas un 12% en triples 3 de 25) y algunas desconcentraciones que no son habituales en el equipo. Con estas dificultades es muy difícil ganar, aún ante un equipo limitado, que va último pero que, en este partido, fue superior.

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